Desarrollo
Germania 1914.
La guerra comenzó como un enfrentamiento entre el Imperio Austrohúngaro y Serbia, pero Rusia se unió al conflicto, pues se consideraba protectora de todos los países eslávicos. Tras la declaración de guerra austrohúngara a Rusia el 1 de agosto de 1914, el conflicto se transformó en un enfrentamiento militar a escala europea. Finalmente se incrementaron las hostilidades hasta convertirse en una guerra mundial en la que participaron 32 países, 28 de ellos denominados «Aliados», y entre los que se encontraban Francia, los Imperios Británico y Ruso, Canadá, Estados Unidos, así como Italia que había abandonado la Triple Alianza. Este grupo se enfrentó a la coalición de las «Potencias Centrales», integrada por los Imperios Austrohúngaro, Alemán y Otomano, acompañados por Bulgaria.
El evento detonante fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero del trono del Imperio Austrohúngaro, y su esposa, Sofía Chotek, en Sarajevo el 28 de junio de 1914 a manos del joven estudiante nacionalista serbio Gavrilo Princip.
Guerra de movimiento
En 1914, los europeos pensaban que la guerra sería corta. Pero los generales, que habían estudiado las guerras Napoleónicas, estaban equivocados en su enfoque inicial del enfrentamiento. Siguiendo la enorme eficacia de las armas debido a la Revolución industrial, las fortificaciones fueron endurecidas, pero la doctrina de infantería no se tomó en cuenta.
Al comienzo de la guerra los dos bandos trataron de obtener una victoria rápida mediante ofensivas fulminantes. Los franceses agruparon sus tropas en la frontera franco-alemana, entre Nancy y Belfort, divididas en cinco ejércitos. Previendo un ataque frontal en Lorena, organizaron el Plan XVII. Por el contrario, los alemanes tenían un plan mucho más ambicioso. Contaban con la rapidez de un movimiento de contorno por Bélgica para sorprender a las tropas francesas y marchar hacia el este de París (Plan Schlieffen de 1905) y luego enfrentarse a las fuerzas francesas en Jura y Suiza. Lanzaron cerca de 2/7 de sus tropas sobre la frontera para resistir el ataque frontal y prepararon 5/7 a marchas forzadas.
El comienzo del plan trascurrió perfectamente para los alemanes y derrotaron al ejército francés en la batalla de Charleroi (21 de agosto). Los franceses lanzaron simultáneamente el Plan XVII, pero resultó una catástrofe debido a un repliegue prematuro de las tropas hacia sus líneas. Por el contrario, los alemanes progresaron siempre y encontraron la guarnición de París y las tropas de reserva en la Primera Batalla del Marne que marcó el abandono definitivo de los planes anteriores a la guerra.
Fin de la guerra
Cementerio cerca de Verdún. El monumento al fondo contiene restos sin identificar de miles soldados alemanes y franceses.
Reforzados por las tropas provenientes del frente este, los alemanes ponen todas sus fuerzas en la última ofensiva del oeste, a partir de marzo de 1918, sobre el río Somme, en Flandre, en Chemin des Dames y en Champagne. Pero mal alimentadas, mal relevadas, cansadas, las tropas alemanas no pudieron resistir a los ejércitos aliados coordinados por el general Foch y reforzados por el material y los hombres americanos, los primeros tanques y la superioridad submarina y aérea: tras una revolución obrera en Berlín, el gobierno de la nueva república alemana firma el armisticio de Rethondes el 11 de noviembre de 1918.
Consecuencias
Se calcula que la guerra produjo aproximadamente ocho millones de muertos y seis millones de inválidos. Francia fue el país más afectado, proporcionalmente: 1,4 millones de muertos y desaparecidos, equivalentes a un 10% de la población activa masculina, acompañado por un déficit de nacimientos. El estancamiento demográfico francés se prolongó, con un envejecimiento de la población que sólo logró crecer con la inmigración. Ésta última participó en la reconstrucción de un país donde el norte estaba en ruinas: casas, puentes, vías férreas, fábricas, etc.
En el plano político, cuatro imperios autoritarios se derrumbaron, lo que transformó profundamente el mapa de Europa, rediseñado por el tratado de paz de 1919: el Imperio del zar (transformado en Rusia comunista), el Imperio Otomano se redujo a Turquía, el Imperio Austrohúngaro fue desmantelado, con el nacimiento de las minúsculas Austria y Hungría, de una Checoslovaquia y una Yugoslavia independientes, el fin del Imperio alemán, que disminuyó en el plano territorial.
Nuevo equilibrio político mundial. La guerra se conoció en África, donde los franco-británicos se apropiaron de colonias alemanas, y en el extremo oriente, donde Japón hizo lo propio con las Islas Marianas y Qingdao. Las colonias suministraron víveres, materias primas y soldados. Tras la guerra los pueblos coloniales no creyeron más en lo que se les había inculcado sobre la superioridad natural de la metrópoli y reclamaron una mejora de su situación. A este primer declinamiento de la influencia de Europa en las colonias, se sumó la expansión de Estados Unidos, el mayor beneficiado de la guerra junto a Japón, y cuyas capitales se colocaron al lado de París y Londres en la escena internacional.
Transformación social. Las diferencias sociales se acentuaron con el enriquecimiento de los mercaderes de armas y el empobrecimiento de los pequeños ahorradores, los retirados y los asalariados afectados por la inflación. Las mujeres adquirieron un nuevo lugar en la sociedad, y se volvieron indispensables durante toda la guerra, en el campo, las fábricas, las oficinas, las escuelas (para compensar la marcha de numerosos profesores). El feminismo progresaba, el derecho a voto fue acordado en Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos y Rusia, pero no en Francia.
Consecuencias tecnológicas. La contienda generó un intenso desarrollo de los instrumentos y técnicas de guerra: fusiles de repetición, ametralladoras, gases venenosos dando origen a la guerra biológica y química, hubo tanques, dirigibles y aviones, también se practicaron los bombardeos a las ciudades. La artillería multiplicó los calibres, aumentó el alcance y mejoró los métodos de corrección. El transporte motorizado se generalizó.
Consecuencias políticas en Alemania. Los cinco tratados tras la guerra, principalmente el creado en Versalles, ocasionaron un ambiente de opresión hacia los vencidos. La nueva Alemania republicana sufrió las consecuencias del Imperio Alemán y su economía fue explotada por los vencedores. Así surgieron tesis tanto izquierdistas como derechistas para acabar con esta situación. Los golpes contra el sistema comenzaron cuando, en 1921, milicias comunistas se levantaron en Múnich. La revuelta fue sofocada. Adolf Hitler culpaba a los marxistas alemanes de la rendición alemana, alegando como pruebas la constitución progresista de Weimar y el armisticio a continuación. Cuando Hitler aun seguía en las trincheras, los militares alemanes convencían a la población civil de que la guerra podía ser ganada, mientras que confesaban a los políticos que la rendición era obligatoria. Pero Hitler sostuvo esta tesis en el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores y, con ella, dirigió el denominado Putsch de Múnich de 1923 contra la sede del gobierno. El golpe militar fue aplastado y Hitler recluido en prisión durante nueve meses. Sin embargo en enero de 1933 Hitler fue nombrado canciller por el presidente Paul von Hindenburg y el 14 de octubre de 1933 triunfó en las elecciones, por lo que llegó al parlamento alemán.
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