sábado, 7 de junio de 2014

Aventura Amazónica con David Good (reunión con los Yanomamis)

David Good no era un viajero nato ni tenía espíritu aventurero: el hábitat verde al que estaba acostumbrado era el de los parques y jardines de Pensilvania, el estado del este de Estados Unidos donde vivía, y su viaje al Amazonas venezolano era su primera excursión fuera del país desde su niñez.
David Good junto a su madre

Este joven, de 25 años, había sido criado por padres de distintos países, algo bastante común en el barrio. Pero allí terminaba toda semejanza con sus vecinos y amigos: mientras que su padre era estadounidense, su madre provenía de una tribu de un rincón remoto de la selva amazónica.

Por eso llevaba tres días navegando por el Orinoco en un bote a motor. Sintiéndose mal por el movimiento, por las picaduras constantes de los jejenes, por el aire húmedo y la sed constante. Tenía un nudo en el estómago y acumulaba noches sin dormir.Hacía dos décadas que David no la veía y, en 2011, sintió que tenía que ir a buscarla.
Jacinto, un indígena de la zona, se encargó de llevarlo río arriba, maniobrando la lancha por rápidos, cada vez más adentro de la selva.
Cuando escucharon gritos desde la orilla, le dijo: las voces no podía ser sino de los yanomamis, porque "ningún blanco vive tan río arriba".
Después de 19 años sin ver a su madre, tuvo que esperar unas cuantas horas más. Fue Mukashe quien se adentró en la selva a buscarla y ella corrió todo el camino de regreso hasta el shapono.
David se paro por un momento, al ver al su madre, no sabia como iba a reaccionar, porque tenia mucho tiempo, como dos decadas sin verlas, se cruzaron abrazos, lloraron y pues hablaron de el otro retorno de David, lo cual le prometio a su madre.
Luego de esta experiencia la madre de David pensaba que el se iba a quedar en la aldea y hacer su vid, pero el tenia un projecto aon fines de lucro investigando la zona de los Yanomamis

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